Me voy a someter a una prueba de esfuerzo con talio

La prueba de esfuerzo con talio estudia el estado cardíaco y la calidad del riego de los vasos sanguíneos.

¿Qué es la prueba de esfuerzo con talio?

Se trata de una prueba de esfuerzo (véase la ficha práctica de este examen) en la que se evalúa la perfusión del miocardio por medio de la inyección intravenosa de una ínfima cantidad de talio.

Este marcador radioactivo inofensivo se concentra en las células cardíacas sanas, pero no se fija a las zonas que presentan un riesgo escaso o inexistente. Por ello, permite determinar de forma indirecta las posibles lesiones y la calidad y del suministro de sangre al corazón.

De este modo, se obtiene un mapa del corazón. Las posibles lagunas indican un fallo de perfusión.

Este tipo de examen está indicado tras un infarto o una intervención de bypass coronario. Asimismo, puede resultar recomendable cuando se desea complementar la información a un electrocardiograma (ECG) dudoso o para determinar el origen de dolores torácicos persistentes.

Prueba de esfuerzo con talio: lo que debe saber antes de someterse al examen

Prueba de esfuerzo con talio: lo que debe saber antes de someterse al examen

¿Cómo hay que prepararse en casa antes de un examen?

Siga las indicaciones que le haya proporcionado su médico en relación con la toma de su medicación habitual. Dependiendo de los casos, se continuará o se interrumpirá la toma de medicamentos.

El día de la prueba, tome un desayuno ligero sin café, té, leche, chocolate ni bebidas gaseosas. No tome alcohol y no fume antes del examen.

Póngase prendas amplias, fáciles de desabrochar a la altura del tórax y calzado cómodo.

Podrá regresar a su domicilio por sus propios medios y retomar una actividad normal, pero si cree que podría sentirse cansado después de la prueba, pida a otra persona que le acompañe.

¿En qué consiste el examen?

Transcurre en una instalación técnica.

Se utiliza una bicicleta estática o una cinta de correr.

La enfermera o el médico le colocará electrodos autoadhesivos en el pecho y un tensiómetro en el brazo.

Después de realizar un ECG y de medir la tensión en reposo, la prueba de esfuerzo discurre en fracciones de 2 o 3 minutos manteniendo un ritmo sostenido y una velocidad constante. En cada fracción, se registra la presión arterial, la frecuencia cardíaca y el ECG.

El talio se inyecta en el momento de máximo esfuerzo.

En ese instante, podría sentir una molestia pasajera. La inyección del producto radioactivo no ocasiona ningún efecto secundario y su radiación moderada es equivalente a la de una sencilla radiografía.

No obstante, comente cualquier cosa que sienta.

A continuación, tendrá que permanecer tumbado e inmóvil para que se le realice una primera serie de "tomas de vistas" denominadas gammagrafías por medio de una cámara que gira alrededor de usted tomando imágenes de su corazón desde distintos ángulos.

Si padece claustrofobia, comuníqueselo a su médico.

Dependiendo del protocolo utilizado, en ocasiones es necesario realizar una nueva gammagrafía en reposo, sobre todo si la primera ha revelado la existencia de zonas con una vascularización deficiente.

¿Supone el examen algún riesgo?

La prueba de esfuerzo en cardiología está perfectamente establecida y delimitada. La lleva a cabo un cardiólogo ayudado por una enfermera u otro médico. El cardiólogo se asegurará de que el paciente no presente ninguna contraindicación para la realización del examen.

Antes y durante el examen, el corazón estará sometido a un seguimiento. En el transcurso del examen, deberá indicar la aparición de cualquier dificultad o síntoma. El riesgo de que se produzca problemas cardíacos es bajo y se toman todas las medidas de precaución para evitarlos.

La inyección del producto radioactivo no ocasiona ningún efecto secundario y su radiación moderada es equivalente a la de una sencilla radiografía.

¿Cuánto tiempo dura?

De 10 a 15 minutos para la prueba de esfuerzo propiamente dicha y aproximadamente 40 minutos para la gammagrafía. Si se prevé la realización de una gammagrafía en reposo, deberán transcurrir cuatro horas entre los exámenes.

¿Dónde hay que acudir para realizarse un examen de este tipo?

Su médico decidirá cuál es el lugar más adecuado.

¿Y los resultados?

Los resultados se remiten a su cardiólogo o a su médico de cabecera. El médico leerá los resultados y los interpretará para determinar las acciones a seguir.